La alimentación sin cereales, también conocida como *grain-free*, se ha popularizado en los últimos años tanto para perros como para gatos. Muchos cuidadores buscan alternativas que se perciben como más naturales o saludables, pero ¿es realmente mejor eliminar los cereales de la dieta de perros y gatos? ¿Qué dice la evidencia y cuáles son los pros y contras?

¿Qué es la alimentación sin cereales?

Los piensos o dietas sin cereales sustituyen ingredientes como trigo, maíz, arroz o cebada por otras fuentes de carbohidratos como patata, boniato, guisantes o lentejas. El objetivo es ofrecer un alimento más cercano a la dieta ancestral o evolutiva de los animales, limitando ingredientes considerados innecesarios o potencialmente alergénicos.

En el caso de los **gatos**, carnívoros estrictos por naturaleza, la idea es priorizar las proteínas animales y reducir el contenido de carbohidratos. En los **perros**, que son omnívoros facultativos, se busca una dieta rica en proteínas pero capaz de digerir también fuentes vegetales.

Beneficios potenciales de la alimentación sin cereales

1. **Menor riesgo de alergias o intolerancias alimentarias**

   Algunos perros y gatos presentan sensibilidad a ciertos cereales, sobre todo trigo o maíz. Eliminar estos ingredientes puede aliviar problemas digestivos o dermatológicos.

2. **Mayor porcentaje de proteína animal**

   Muchos piensos sin cereales apuestan por incluir más carne o pescado como ingrediente principal, favoreciendo una dieta más adaptada a la biología carnívora, especialmente en gatos.

3. **Índice glucémico más bajo**

   Dependiendo de los ingredientes sustitutivos, algunos alimentos sin cereales pueden evitar picos de azúcar en sangre, ayudando en casos de sobrepeso o diabetes.

4. **Percepción de mayor naturalidad**

   Para muchos cuidadores, una dieta sin cereales parece más “próxima a la naturaleza” de sus animales, aunque esto no siempre implica una mejor calidad nutricional.

Posibles inconvenientes y riesgos

* **Sustitución por otros carbohidratos poco adecuados**

  Al eliminar cereales, algunos fabricantes aumentan la cantidad de patata, guisantes o legumbres, que en exceso pueden no ser lo ideal, especialmente en gatos, cuyo organismo no procesa bien grandes cantidades de carbohidratos.

**Mayor precio sin garantía de mejor calidad**

  No todos los alimentos sin cereales son de alta calidad. Algunos usan proteínas vegetales para aumentar el contenido proteico, lo cual no sustituye las proteínas animales necesarias, sobre todo para los gatos.

**Relación entre dietas sin cereales y miocardiopatía dilatada en perros**

  Algunos estudios han investigado una posible relación entre dietas *grain-free* ricas en legumbres y casos de miocardiopatía dilatada en perros (en razas predispuestas y no predispuestas). Aunque no se ha establecido una relación directa y concluyente, este tema está bajo evaluación por la FDA y la comunidad veterinaria.

**No siempre necesario**

  Ni perros ni gatos necesitan eliminar los cereales si no presentan alergias o intolerancias específicas. En muchos casos toleran perfectamente cereales bien seleccionados y en cantidades adecuadas.

¿Es la alimentación sin cereales mejor para todos?

La respuesta corta es **no necesariamente**. El hecho de que un pienso o dieta sea “sin cereales” no garantiza que sea mejor: lo importante es la **calidad global de los ingredientes**, la **fuente y proporción de proteínas animales**, y que cubra los requerimientos nutricionales de la especie.

? **En gatos**, la prioridad debe ser una dieta alta en proteínas animales y baja en carbohidratos en general (no solo sin cereales, sino sin exceso de cualquier vegetal).

? **En perros**, al ser más adaptables, no hay una necesidad biológica de eliminar cereales salvo que haya alergias o sensibilidades demostradas.

Conclusión

La alimentación sin cereales puede ser una opción adecuada en casos específicos (alergias, intolerancias, elección personal bien informada), pero no es indispensable ni automáticamente mejor. Más allá de eliminar los cereales, lo esencial es elegir un alimento equilibrado, completo y adaptado a las necesidades individuales de tu perro o gato.

Siempre es recomendable consultar con un veterinario, especialmente si el animal tiene alguna condición de salud o si se va a hacer un cambio importante en su alimentación.